MIERCOLES 25/2/2009
RIVAL:
SCUOLA BLANCA
CANCHA:
MONTEVIDEO CRICKET
RESULTADO:
SAFA NEGRO 2 – SCUOLA 2
D.T.: Carlos "Cacho" Valles
Primer Tiempo
La noche estaba preciosa para jugar al fútbol, (bueno, por lo menos intentarlo), el equipo tiene pocos asistentes - al principio a gatas llegamos a completar la oncena- pero con la llegada sobre la hora del Valor y del Chino junto a Daniel Núñez estarían los reemplazos. A los pocos minutos llegarían Pedro, Daniel Ureta y Andrés Umpiérrez, dando respiro para un partido que se las traía.
El rival además de buen juego, tiene una alta dosis de mañas y recurren insistentemente a los codazos y la simulación para enredar un partido que queríamos jugar de otra manera. Pero los antecedentes contra este equipo se confirman plenamente al punto de hacer realidad la máxima inexorable de la categoría: las manías se agudizan con la edad.
En efecto, a los pocos minutos empiezan los roces y los gritos desmedidos en sendas simulaciones que un payasesco árbitro no reprime en absoluto, dejando en claro que su asistencia es meramente circunstancial: vino a ganarse un viático y no a cumplir con un trabajo. Así se dan roces entre Jorge y el centro delantero rival que comienzan a insinuar cómo sería el trámite del partido. Pero en líneas generales el equipo se planta con el retorno del cuida vallas habitual a quien se le había solicitado un repuesto que tapara el arco para la hora 22:00 y cumplió, salvo dos roturas que tuvo la pieza en cuestión, pero que no podemos reclamar nada pues estaba dentro de las posibilidades de su uso. La línea de cuatro final habitual sumó otra línea de cuatro al medio con la vuelta de Álvaro, y el debut formal en el equipo de Gonzalo Retamoza, junto a Sebastián y Piolín, y arriba dos puntas netos con “Pubálgico” Speedy y el Valor.
El trámite es parejo pero ellos – a pesar de los kilos de más evidentemente visibles- son complicados por el juego y por lo que hablan. Nuestro juego se da enredado como lo fue casi todo el partido. En el primer tiempo se da un ritmo rápido de juego que en el segundo tiempo baja en intensidad. La falta de fútbol se nota y se hizo evidente en pases cortos, a destiempo, que cedían balones comprometidos para el compañero. Así como lo hizo Yolanda quien en una salida por su sector, toca con Álvaro pero no con la justeza necesaria como para no comprometerlo; éste traba y pierde con un volante rival quien cede para el centro delantero de los incidentes con Jorge, quien desborda –sin que llegue Yolanda que esperaba el pase inconcluso de Álvaro- y luego de sortear la marca de Patiño, remata cruzado contra el palo izquierdo de un Rafael que no atina a desviar aunque la pelota estaba cerca suyo, pero no tenía responsabilidad. Se le nota falto de reflejos como a todo el resto, y seguramente con el devenir de los partidos irá recuperando ese sexto sentido que supimos verle el año pasado, con atajadas memorables, a pesar de su inmensa humanidad. 1 a 0 y era justo pues no llegábamos con claridad al arco. En el medio teníamos problemas. Si bien Barone tuvo la mayor parte del trabajo – por su sector era la mayor parte del ataque rival- subió en forma desmedida al punto de recibir el rezongo de Patiño quien le recrimina su falta de apego a la posición, (en una ocasión estaba de puntero derecho!). Esa inconducta táctica complicaba a Gonzalo, y también al resto de la línea central donde Álvaro corría cuanto podía, y Sebastián ayudaba por el otro lado.
El primer tiempo terminaría muy conversado, con el tanteador contrario, y con roces que pudieron significar el término del partido pero que por suerte no pasaron a mayores.
Segundo Tiempo
Para el segundo tiempo el payaso vestido de negro expulsa al Chino y al 9 rival, con lo cual zanja aquel conato de agresión. De todos modos no se terminan las mañas y las complicaciones rivales. Se dan los ingresos de Andrés Umpiérrez y varios relevos más que nos dan más aire comenzando a inquietar al equipo contrario en su arco. Se generan varias situaciones hasta que llega la jugada donde los tres puntas netos participan (Gerardo, Andrés y Speedy), culminando con el toque final para el pubálgico quien continúa con su racha goleadora entusiasmando a todos con el regreso de aquel goleador que supimos conocer. Luego se suceden otras jugadas como el remate de Andrés que pega en el travesaño y varias ocasiones que desperdiciamos. Se produce la salida por lesión de Patiño –acusa reuma- e ingresa Pedro a cubrir la zaga. Se da el ingreso de Daniel Núñez quien tiene un buen despliegue físico pero un juego por demás desordenado que no logra culminar con pases certeros y en cambio pierde balones importantes. A su favor tiene la generación de alguna falta (que en este caso, no deja de ser un aporte a destacar). Todavía falta ese juego de equipo al que debemos aspirar, presumo sea por la falta de conocimiento con los nuevos compañeros. Es un deseo que pronto lo logremos pues los refuerzos son importantes este año y significativamente apuntan a una intención de juego colectivo que vimos en el primer partido y que se devaluó algo en este. Pero el rival era otro y en esta ocasión precisamente, no tenían intención de juego como sí lo tenía el anterior rival. Acá la intención era ensuciar el partido para sacar provecho de ello, y nosotros no estamos acostumbrados a ese juego.
Daniel “Cabeza” Ureta protagoniza varias situaciones, algunas con acierto y otras no, donde las pérdidas de balón generan inconvenientes a una defensa que seguía aplicada pero que no podía contener sola los embates rivales. Estos tienen buena complexión física y es notoria la superioridad –en kilos- con los nuestros, pero nos las arreglamos. De todas formas tendríamos la oportunidad de dar vuelta el resultado cuando en una jugada del Cabeza, quien comienza su sesión de desmarques y gambetas, (que parecían no culminar en el tiro final de gol), y casi con el último suspiro previo a perder la posición, remata un globo que se cuela por encima del arquero y marca el 2 a 1 que parecía sellar el partido a nuestro favor.
Sin embargo es notorio el cansancio que va mermando nuestras fuerzas y que se resume en pérdidas reiteradas del balón por el medio sin que podamos concretar el despeje o el corte salvador. Así ocurre una pelota que pierde Andrés y que un delantero se lleva desde el medio sin que por el sector central –casi izquierdo- surja el corte que nos salvara del destino final que tuvo la misma y que no fue otro que un buen remate nuevamente cruzado, ahora contra el palo derecho de Rafael- que determinó el empate con que terminaría el encuentro.
En concreto, un partido más para seguir sumando en juego y conocimiento con los compañeros nuevos. Un llamado de atención para los incidentes suscitados que esperamos no se reiteren y sepamos sortear civilizadamente y no con más agresión. Nuestra fortaleza debe ser esa, el no apelar a los piñazos para sortear esos momentos, sin que ello signifique ser menos que nadie. A nuestros compañeros debemos defenderlos siempre, y evitarles que participen de agresión alguna. Ese será nuestro mayor desafío y nuestro mejor premio. Pero claro, esta es una opinión, la mía. Salú.
Bitácora Negra Nº 2
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