DOMINGO 22/7/2007
RIVAL:
MATURANA 07
CANCHA:
SAFA
RESULTADO:
SAFA NEGRO 3 – MATURANA 07 1
D.T.: Carlos "Cacho" Valles
Un domingo capicúa…
Primer Tiempo
El día se mantuvo gris y justo cuando nos reuníamos para comenzar un domingo igual a como lo terminaríamos (en el Bar de M. Caseros y Cibils), empieza a lloviznar. Pertinaz y fina garúa que se mantendría durante todo el partido, mojándolo todo aunque no parecía. Recuperando la identidad que nunca debimos abandonar, volvió la Grapamiel para cortar el frío, y los “besos etílicos amilbarados” se dispersaron por todo el grupo, salvo materas excepciones.
El rival de turno era el Maturana 07, equipo de media tabla que enfrentaría a uno de los protagonistas de esta Serie C, que venía envalentonado por un triunfo impostergable. La jornada arrancó con tristeza por la lamentable pérdida sufrida por Daniel Fernández. Teníamos la intención de celebrar un minuto de silencio en su honor pero resolvimos postergarlo para el próximo domingo contando con su presencia y nuestro apoyo incondicional.
La cancha se presentaba muy bien y el frío no era tanto como se podría suponer dadas las últimas jornadas invernales que padecía nuestro país; sin embargo la llovizna jodía bastante. El equipo se para con línea de cuatro al fondo con la presencia de Pedro en lugar de un entrenador de
patinadores que hoy pegaba falta con aviso, y Pato Moreno como último hombre (demasiado retrasado para mi gusto y bastante que le rompí las bolas en el partido por ello). Ya recuperado de su pequeño tirón, tuvo cierres impecables y dotó de rapidez y seguridad a un fondo que no tuvo mayores sobresaltos. Más al medio, un siempre efectivo Patiño se repartía el sector central con Martín “Rocky” Varela; y como volantes Willi y Juan Pablo. El primero tuvo destacada actuación durante el primer tiempo, con jugadas y un sello con un gol de la categoría a la que nos tiene acostumbrados un Pichicho que hoy no mojaría.
El partido transcurre sin mayores inconvenientes en todas las líneas, destacada actuación para el medio campo que distribuye buenas pelotas y encuentra en una sucesión de pases, la magistral definición de Willi quien con una sutileza emboca el balón sobre un ángulo, lejos de las manos de un arquero que nada puede hacer. 1 a 0 y era justo con el trámite del encuentro.
Lejos de echar el equipo atrás, la balanza vuelca sus platillos hacia la portería Maturana, y hay situaciones para un Speedy peleado con la red que pierde varias ocasiones netas de definir, pero el partido le daría revancha. Con la mente puesta en el arco de enfrente, una pelota cedida para Juan Pablo le permite a este definir con precisión para marcar el segundo para los negros en estricta justicia. En verdad que no recuerdo situaciones de peligro que nos obligaran a grandes esfuerzos de nuestra parte, pero haciendo un balance, ello no fue otra cosa que producto de un juego prolijo en el medio, con sacrificio en los delanteros que hoy no mojaron pero sirvieron al colectivo (Pichicho incluido), y una base sólida en el fondo que no daba motivo de error para los efímeros ataques rivales. A poco de terminar este tiempo, una situación lamentable tiene como protagonista a un contador que se vistió con otro oficio para acertar una efectiva “panadera” a un Gordito “Penadés” que se hizo el guapo cuando aparecieron los apartadores. Eso sí, de la ocasión y como no podía ser de otra manera, se llevó una “rosca” para la casa… panadera como esas no se ven todos los días!!
Suerte que el Gordo Penadés tuvo la feliz idea de reaccionar y con ello se invitó a salir junto con el “maestro de cuadra” de los nuestros, con lo cual se minimizaron los efectos. En puridad perdimos más nosotros pues no solo perdimos a uno de nuestros tractorcitos del medio sino que seguramente lo perderemos por varios partidos. De paso que aproveche para irse de viaje como acostumbra… Así llegamos al final de este primer tiempo con marcador netamente favorable para nuestros intereses.
Segundo Tiempo
Este segundo tiempo arranca sin cambios, en medida acertada para que nos permitiera evaluar durante los primeros minutos y que el cuadro se afiatara. Por lo visto en cancha, no había temores de que la situación cambiara, pero era mejor cerrar el encuentro lo antes posible. Así pues seguimos la misma prédica atacante del primer tiempo con suerte esquiva, hasta que una pelota que con muy buena precisión le coloca Juan Pablo para Speedy, le permite a este definir como antes y la manda a guardar para alegría suya y de los que cada domingo le decimos que practique definición… Fin de una sequía que nos privara de alegrías parecidas durante mucho tiempo. 3 a 0 y el partido estaba más que liquidado. Si nos hacían un gol, seguramente que sería de la mano nuestra y así fue…una pelota que sacan del fondo para Szodo, este que no encuentra receptor libre y es atorado por un atacante, cede el balón al medio y lo recibe un rival que había entrado para el segundo tiempo y este pasa a un delantero que entra solo ante una defensa que estaba volcada a salir y sin tiempo de reacción posible. Nada que hacer para Rafael, de muy poco trabajo en la jornada, salvo un corte en un tiro por elevación que con los puños despeja bien, y otra contención sin mayor riesgo. Los cambios en los negros fueron la salida de Willi (cansado pidió el cambio) y entró Joaquín, y luego otro cansado: Pichicho Bertiz quien sale para dar ingreso a un Piolín que cada vez que entra, marca protagonismo.
Un desborde de Piolín genera una de las últimas ocasiones de gol nuestras que malogramos varios (Yolanda en dos ocasiones, Speedy y Piolìn), con lo que hubiera sido un lapidario cuarto gol estrictamente justo pero que no concretamos.
En suma, otra victoria negra que tuvo la anécdota panadera y la vuelta de un balde figurado que –con resultado cerrado- siguió viaje para Piriápolis con la familia. Nos quedamos Varela de nuevo… otro “fratello” ve el cartón rojo y será baja obligada, culpa de esos segundos de furia que todos tenemos alguna vez y son difíciles de contener.
Victoria negra contundente, que confirma el vaticinio de un novel integrante que afirmara que estábamos en la Copa de Oro, allí será otro cantar y seguramente merezca una bacanal reflexiva pues las exigencias serán muy otras y no podemos darnos ciertos lujos que en esta serie nos dimos. Pero eso lo hablaremos, asado o lechón de por medio, y de paso no perdemos identidad recordando aquel 9 de julio lechonero que nos vio nacer. Salú.
Un domingo capicúa…
Son las 7:20, en el bar somos solo dos… el celular registra el quinto mensaje de un floridense que soporta lluvia copiosa por su tierra y pregunta si en Montevideo llueve. Aguanta lluvia de agua y de reproches familiares que no se bancan que haga 300 kilómetros para jugar al fútbol. Y eso que este domingo no cumplía el ritual sagrado del boliche amigo, ese mismo que dio broche final cuando al regreso, volvemos capicúa al domingo con igual movida bolichera. Después se sumarían otros dos, pero hoy el número no importaba.
Es que esto del Safa Negro ya trasciende lo meramente deportivo para convertirse en un sentimiento de pertenencia y amistad. Son estos pequeños/grandes hábitos los que solidifican un grupo, aún cuando no sean todos, activos practicantes de esta negra religión. La base está y cada vez se hace más fuerte y sólida, de a poco iremos construyendo más y más cimiento para poder leer -cuando ya no corra más la pelota- que tuvimos la dicha de compartir nuestra existencia con un maravilloso grupo de gente que vestían de oscuro… Salú, al cuadrado!!
Bitácora Negra Nº7
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