miércoles, 26 de agosto de 2009

2008 - Copa de Plata N° 5

DOMINGO 14/9/2008

RIVAL:
SAINT BRENDAM’S verde

CANCHA:
SAFA

RESULTADO:
SAFA NEGRO 1 – S. BRENDAM’S 1

D.T.: Carlos "Cacho" Valles
Ayudante: José Patiño


Primer Tiempo

Tras un fin de semana de suspensión volvíamos a las canchas en busca del tan ansiado reencuentro con la victoria. Enfrente nuestro un rival de medio pelo, con alineación irregular (varios gorditos) que nos complicaría la mañana. El clima estaba frío pero no había viento; el cielo gris no permitía la salida del astro rey que calentara un poco el ambiente.

El equipo contaba varias ausencias: Juan Pablo –con dolor de espalda reincidente- y Jorge con partido de hockey que se superponía a la actividad de fútbol, obligan a improvisar una línea de cuatro donde se incorpora a Martín como compañero de zaga de Patiño. La vuelta de Nacho –pos lesión y en recuperación- presagiaban que tendríamos más fútbol en una zona que sufrió la ausencia. Sin embargo el trámite del encuentro marcaría que nos falta aún para encontrar esa dosis de juego que teníamos.

Con su posición tradicional de cuatro en el fondo tres en el medio, un enganche y dos puntas, arrancamos el juego ante un rival que no complica demasiado. No obstante lo cual no encontramos situaciones claras a los pocos minutos de iniciado, siendo controlados nuestros atacantes. Es notorio que Gerardo sufre un dolor que no acusa y el equipo lo sufre pues se borra de los partidos durante mucho tiempo. Incluso a la hora de concretar se nota su merma a consecuencia de esa rebelde molestia que no le cede. Sería bueno que acusara y se recuperara bien, el equipo lo precisa entero para definir las pocas situaciones de gol que se generan y se pierden irremediablemente por dicha circunstancia. Ayer fue notorio el verlo perdido en muchas ocasiones por causa de un dolor que encubre pero que no puede disimular más. Gerardo: curarte es una necesidad para el grupo, no seas boludo!

A los veinte minutos más o menos de partido, Yolanda comete falta dura contra un rival que le merece la tarjeta amarilla. Desobedeciendo el más elemental consejo de Patiño, entra como un nabo ante la provocación de un rival y termina expulsado por incorrección verbal junto a este. Acción que seguramente le merezca una suspensión, sin palabras.

El partido continúa sin mayor sobresalto pero sin lograr definirlo a nuestro favor. Si bien Rafael no tuvo mayores problemas, tampoco generamos situaciones claras de juego como para concretar en gol. Lo más parecido al planteo de Uruguay contra Ecuador que se podía ver. Nuestro equipo veía un problema por el sector derecho donde Piolín no rinde como acostumbra –mucha noche y juerga de biberones- al punto que es sustituido por Alvaro Gallo. Lectura que había hecho como siempre en forma adelantada Patiño en cancha y apelaba a Cacho con insistencia para que concretara el cambio. El ahogo de Piolín adelantó las cosas, pero no era la única razón de nuestra inoperancia. El equipo aparece como partido, donde no se hilvanan jugadas colectivas y solo se aprecian impulsos individuales de un todo terreno como Daniel Fernández que no encuentra socio al momento de dar el puntillazo final. Lo mismo para un Speedy que desborda pero la más de las veces no tiene quien reciba en el área contraria. Esto es lo que evidencia también la lesión de Gerardo, que casi siempre era quien recepcionaba los balones de estos, pero aparece parado últimamente fruto del dolor que no acusa pero que ya se hace evidente en su forma de juego. La única jugada de gol es un desborde de Daniel Fernández que centra para un Gerardo –que esta vez estaba- pero con el marcador encima al punto que su remate da en la humanidad de este cuando ya muchos estábamos gritando el gol. El primer tiempo termina con empate a cero.

Segundo Tiempo


Para el segundo tiempo no hay variantes. El equipo mantiene sus líneas pero comienzan a evidenciarse algunas carencias físicas. Alvaro está como frenado y aparenta jugar con calentura. No sabemos que le pasa pero se nota que está lejos de su mejor juego, sin embargo tiene chispazos de fútbol que no tiene nadie en el equipo. Nacho está lejos también de su mejor forma, producto del parate y de la precaución que debe tener para jugar sin resentirse. Roberto aportó lo suyo hasta que se tuvo que ir. La entrada de Daniel Núñez aportó un poco de intención que se quedó en eso solamente, y fue más desorden que fútbol. Sin pasar mayores sobresaltos el partido poco a poco comienza a volcarse hacia el rival, quien maneja los cambios y da ingreso a un delantero que hace unos interesantes lances que dejan en buena posición a sus compañeros de ataque. Así comienza a resaltar la figura de los Negros este domingo gris: Szodo, quien barre la zona final en cuanto ataque se produce, siendo el último hombre que cubre las salidas de Patiño que a esta altura iba consecuentemente arriba en busca del gol que nos diera una alegría. El petiso calentón corrió como nunca, quitó y hasta se animó a ser la salida por su lateral izquierdo las más de las veces –aunque también cerró los espacios por derecha, principalmente cuando ingresa Sebastián a quien superaban en velocidad. Así dan ingreso al delantero que marcaría el tanto de la apertura cuando nos encuentran adelantados y sin cobertura en el fondo. El delantero desborda y un presagiador Cacho narra el destino final de la jugada con el gol en contra que recibimos a pocos minutos del final. No podíamos creer que este equipo de medio pelo nos ganara. Una sumatoria de gordos –había uno en el fondo que sacaba de punta pero también es cierto que sacó todo y hasta casi nos clava en el primer tiempo de no ser por el cabeza dura de Patiño que puso su calva para evitar la conquista- lo concreto es que nuestro equipo no moja y se diluye en ataques sin peligro. Faltando unos diez minutos sale Gerardo ingresando Daniel Barone para recibir la acostumbrada meada de Patiño –que siempre está- pero también para darnos la alegría del domingo. Habiendo cambiado el golero el equipo rival ni bien hacen el tanto, un Speedy seca al mismo con un lapidario presagio. Es así que este arquero que volvía de una lesión, será el causante de nuestra acción de gol cuando un ataque de Daniel Fernández, que traslada el balón hasta la puerta del área, remata –recibiendo una falta que le impide ver la resolución de la jugada- el arquero da un rebote chaplinesco que encuentra la humanidad de un Daniel Barone que le pone la barriga –o el pecho caído no sabemos bien- para ingresar con pelota y todo al arco rival y marcar el tanto del empate. Poco tiempo quedaba ya y el partido culmina con un amargo y repetitivo empate que el rival celebró como una victoria, a sabiendas que eran menos pero que jugaron mejor que nosotros. Salú.

Bitácora Negra Nº 5

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