sábado, 9 de mayo de 2015

Todavía convocamos...

Volvieron las comilonas!!

La noche recién arrancaba, uno a uno fueron llegando. Como cada domingo, de a poco se fue armando el núcleo de un colectivo que no se rinde y sigue dando muestras de seguir vivito y coleando. Esta vez, la idea era retomar un rumbo abandonado durante mucho -demasiado- tiempo. Volvieron las comidas, las reuniones, los momentos donde se cultiva el ingrediente mínimo e indispensable para seguir como grupo (porque la deportiva nos va a abandonar algún día).
Hacía falta juntarse
8/5/2015

Esto que empezamos a regar de nuevo y que esperamos germine y crezca para no detenerse hasta que Dios disponga, es una de las razones principales de una categoría que hace de lo deportivo un ítem, pero no el principal. Menos aún, cada vez que avanza -inexorable- el tiempo, ese que nos pone más lentos, más criticones, pero al que nos resistimos (por ahora) a darle la razón.
Sí señores... este viernes 8 de mayo renació el espíritu colectivo del SAFA Negro, y la excusa fue juntarnos a comer una carne asada y unos chorizos, pero la verdad de la convocatoria era darnos un masaje al corazón para juntarnos y disfrutarnos juntos sin la pelota como excusa.

Necesitábamos recuperar un espacio para reírnos, para contarnos anécdotas, para reflotar recuerdos de un grupo que ya suma más de una década juntos. 

No faltaron las clases de truco del Valor a $50 pesos, ni la calentura de Nacho que no soportó la charleta de aquel en cada clase. Un partido con el Valor sólo se resiste si se tiene sordera o una gran capacidad de abstracción al chamuyo que es parte de su estrategia de juego. Disfrutable espacio lúdico que divertía a los de la mesa y a quienes estábamos alrededor viendo como se divertían y nos divertíamos todos con las ocurrencias propias de los mentirosos del truco.

Speedy acompañaba la estrategia y sumaba otra razón para el disfrute de los que hacíamos baranda alrededor de la mesa. El Gaucho soportaba estoico los embates del Chino con su oferta de fiesta para el próximo cumpleaños. El Gallego buscaba protegerlo pero se moría por poder sumarse al juego.

En otro rincón Cacho seguía intentando armar el equipo ideal o dar su visión del 4-3-3 o el 4-3-2-1 que nadie entiende y menos aplicamos. La promesa para el próximo partido es la llegada tarde de Cacho, el Valor y todos quienes no estuvieron en el último partido donde vencimos 3-0. Merecido reconocimiento para los que supimos estar y disfrutar de esa victoria.

El Chino acaparó la atención de todos con sus relatos de los conatos que tuvo a lo largo de su historia, y hasta dejó paga la multa que adeuda de su última expulsión. Una aspiración suya es la de seguir yendo pero que depende de cuando ADIC lo rehabilite (ni el SIRPA ni el INR podrían, presumo, pero...).


Alvarito miraba y disfrutaba la reunión y los cuentos, Jorge no dejó de pasar la gorra como corresponde; Speedy se sintió liberado sin tener que pensar que tenía que manejar luego; Nacho sufrió al truco pero disfrutó de lo lindo; Juan Pablo conoció al otro Juan Pablo y compartieron sufrimientos físicos.

Walter aportó la mejor leña de hace mucho tiempo; el Pelado Perdomo ligó un perfume; el Valor hizo las cuentas como siempre; el Gallego se lució con la Peque con una rosa; la Peque ligó la rosa y una caja de bombones (del Valor que no quiso ser menos que el Gallego); el Gaucho compartió como siempre haciendo alarde de su merecido título de Hincha Nº 1; Javier disfrutó vernos riéndonos de nosotros mismos, y seguro que se llevó la idea de seguir promoviendo más reuniones. Todos nos divertimos y se respiró en el ambiente que había hambre de juntarse, de reirse, de querer compartir entre todos.

Semejante comunión era necesaria y hasta diría imprescindible. Bien por el Gallego que la promovió, por Javier que la convocó desde hace tiempo por el WS, y de todos que se sumaron sin resistencia a la iniciativa.

Quedó pendiente la promesa de Jaime que no se concreta (vive amenazando que viene y nunca lo hace); Szodo que no se sumó; Martín que no pudo venir; Barone que seguro trabajaba; Rafael que no lo dejó la señora seguramente; Patiño, que no acompañó el convite de un convaleciente que lo fue a invitar expresamente.

Nos juntamos, nos reímos, nos divertimos, nos alimentamos bien, nos dimos una caricia al corazón que nos debíamos desde hacía mucho tiempo. Nos hizo bien a todos y se notó. La alegría se respiró en la Cucha del Perro Gil y la pusieron unos locos sueltos que hace 11 años vienen transpirando una casaca negra... desde aquel lechón asado un 9 de julio del año 2004 y hasta que el cuerpo aguante. Salú.




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