

Agitador contumaz de cuanto grupo de whatsap integre, si no la pudre hablando se las ingenia para viralizar todo lo que le llega. No comulga con la política pero se las ingenia para meter mecha abundante y disparar su veneno ideológico a diestra, siempre a diestra que la zurda la tiene prohibida!!
Salvando ese pequeño gran detalle, es un tipazo que se merecía este pequeño homenaje literario para dejar constancia que una vez hubo un equipo de veteranos patas duras que tuvieron en sus filas a un bolichero con berretines de jugador de fútbol que supo acumular 100 conquistas para deleite de los veteranos compañeros de jornadas domingueras. Tiene el invalorable adicional de contar con una rubia hincha que supo darle ánimo en las difíciles y que acompañó su itinerario goleador muchos domingos al costado de la línea de cal. Y hasta supo meter mecha abundante si el partido se picaba.
Para terminar y pintarlo de cuerpo entero (hoy más ancho que alto), una sola anécdota que lo pinta tal cual es. Partido en cancha del Pocitos Day, el Chino -fiel a su costumbre- armó quincho y se fueron a las manos. El Valor saltó enseguida en defensa del amigo y los dos terminaron enredados entre los espinillos del costado de la cancha, arañados por las espinas y con algún moretón recibido. Descontando los que supieron surtir en ese combo doble que sabían formar para esos menesteres.
Pero también vale decir que ya superados los 50 años, sigue teniendo el arco entre ceja y ceja, y junto al otro Pichicho -más joven- llevan la friolera de 200 goles (a Javier le faltan 4 para la centena), con lo cual estoy seguro que tenemos recambio asegurado y que todavía quedan muchos gritos más para disfrutar.
Salú goleador...
Otra vez, Salú!!
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