La incondicional

 Haya un frío tremendo o un sol abrasador, su presencia al costado de las canchas es una grifa que distingue a los Negros del SAFA.

Es María Laura, esposa y compañera del Valor que encabeza la presencia femenina de un colectivo que empieza a forjar sus años más maduros en esta categoría. No hay frío que la achique, no hay calor que la corra, a escasos minutos de las nueve, se la ve portando la silla y su mascota de bolsillo (que la acompaña siempre).

Esa presencia canina es también un ingrediente infaltable de cada domingo, y la alarma que suena anunciando la llegada de la Familia Bertiz de cada domingo. A veces la presencia es completa y las menores Bertiz acompañan la patriada, pero la que no falta nunca es María Laura y su presencia no pasa desapercibida.

Es que si va es para hacerse sentir, con su grito de aliento, su arenga a favor del equipo o la caricia verbal a su enamorado y goleador del cuadro. Pero también se hace oír por la reprobación exaltada ante algún fallo adverso del Juez o la patada descalificadora de un contrario. Sea cual sea la causa, se hace oír y nos llena el alma saber que está. 

Sucesora del Gaucho Guidi -acuartelado hasta la primavera- María Laura toma la posta y encabeza la hinchada de los Negros para hacernos sentir ese calorcito indispensable cada domingo, de saber que hay gente afuera que nos da para adelante.

Es la señora del Valor, la presencia femenina de cada domingo que forma parte de la línea de cal de cada cancha que tiene presente al cuadro de los negros de la Sagrada Familia...

Que nunca nos falte. Salú!